Lo primero que hay que hacer es modificar nuestros hábitos alimenticios y estilo de vida.
Disminuir el consumo de alimentos flatulentos, bebidas con gas, comer despacio masticando bien los alimentos sin hablar de forma excesiva, evitar abusar del consumo de chicle o caramelos, practicar ejercicio físico… son medidas que pueden ayudarnos.
El uso de fármacos antiflatulentos, como los derivados de la simeticona o dimeticona pueden ser útiles. A veces y en función de los síntomas asociados, los espasmolíticos, procinéticos y fármacos ansiolíticos o antidepresivos a bajas dosis pueden ayudar a resolver el problema.
- Masticar bien los alimentos, comer y beber lentamente
- Beber poca cantidad de líquido durante las comidas (agua, vino, zumos), sin gas, se recomienda no utilizar pajitas
- Evitar chupar caramelos y mascar chicle.
- No fumar
- No realizar comidas demasiado copiosas o de condimentación fuerte.
- Utilizar técnicas culinarias que menos grasa aportan a los alimentos: al agua -cocido o hervido, vapor, escalfado, rehogado, plancha, horno y papillote. Utilizar moderadamente: fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados (desgrasar en frío, mejora su conservación y su calidad nutricional).
- En caso de estreñimiento, no se deben efectuar cambios bruscos en la dieta en cuanto a su contenido en fibra, ya que pueden crear más gases y molestias. Lo conveniente es introducir progresivamente los alimentos ricos en fibra.