El intestino es el órgano más extenso del cuerpo y de un estado óptimo del mismo depende en gran medida la salud general de las personas. «En los últimos años se han desarrollado técnicas que nos permiten acceder al intestino delgado, técnicas como la cápsula endoscópica gracias a las cuales podemos ver el intestino delgado y no solo verlo, sino que también tratarlo. Ahora podemos diagnosticar patologías del intestino delgado que hasta hace unos décadas no podíamos diagnosticar por falta de esas herramientas diagnósticas».
Esta es la razón por la que «en los últimos años se habla mucho más de patologías de intestino delgado, como la enfermedad celiaca, pero no debemos olvidar que hay muchos otros síndromes de malabsorción, desde Crohn con afectación de intestino delgado, tumores intestinales, linfomas y lo que más vemos que son las patologías cardiovasculares»
La sintomatología que provocan las enfermedades de intestino delgado pueden «ser muy inespecíficas, pueden coincidir también con sintomatología de problemas de estómago o de colon, el abanico es amplio… pueden provocar también cuadros de malabsorción y en este caso, cuando hay malabsorción, hay que pensar siempre en el intestino delgado, porque aunque todo el tracto digestivo funciona en pro de la digestión y la absorción de nutrientes, el intestino delgado es un órgano principalmente absortivo, cuya misión, entre otras, es absorber nutrientes».
En una analítica básica «ya vemos datos de anemias ferropénicas, de déficits de hierro, de micronutrientes y cuando estos síndromes de malabsorción están más extendidos pueden producir cuadros de pérdida de peso, debilidad muscular, edemas, fracturas, etc»
El síndrome malabsortivo de intestino delgado más conocido es la «enfermedad celiaca, que como todos sabemos provoca síntomas más allá de las afectaciones intestinales con un amplio abanico de síntomas extraintestinales, desde ataxias y otros problemas neurológicas, problemas ginecológicos, etc», destaca la experta.
En el intestino delgado son también frecuentes enfermedades inflamatorias y también autoinmunes como es la Enfermedad de Crohn con afectación de intestino delgado, pero también con patologías autoinmunes de otros órganos, señala.
Desde el punto de vista técnico-asistencial, en la endoscopia digestiva avanzada, «nuestra unidad en el Hospital Morales Meseguer de Murcia es una referencia a nivel nacional en estas técnicas y una de las series más grandes de Europa», señala. Entre esas técnicas, destaco la cápsula endoscópica, que permite ver todo el tracto intestinal y se utiliza «sobre todo para el diagnóstico visual de la patología de intestino delgado». Cuando a través de esta técnica y de la visualización del intestino delgado, «se visualiza algún tipo de lesión, recurriríamos a la enteroscopia, un tubo especial que nos permite poner al servicio de la patología del intestino delgado todo el armamento diagnóstico y terapéutico que tiene la endoscopia digestiva».
Gastroscopia y biopsia intestinal para confirmar celiaquía
La técnica que se usa «de rutina en el diagnóstico de enfermedad celiaca es una gastroscopia que nos permite estudiar el esófago, el estómago y llegar hasta la segunda porción duodenal».
«Esta técnica actualmente se hace con una sedación confortable, para que el paciente no tenga esa sensación de nausea y arcada tan desagradable». Para la realización de esta prueba el paciente tiene que llegar sin haber ingerido alimentos sólidos en las 8 horas anteriores a la prueba y «siempre explicamos que debe venir acompañado debido a la sedación que le vamos a poner«.
De forma general para el diagnóstico de enfermedad celiaca se realiza una gastroscopia con toma de biopsias. «Se deben tomar al menos 4 biopsias de la porción duodenal. Se piden distintas muestras porque la afectación de la enfermedad celiaca puede ser parcheada. También se debe coger muestra del bulbo duodenal y en algunos pacientes, no está de más, tomar alguna muestra para detectar helicobacter pylori».
Una vez que se extraen las muestras, son analizadas por patólogos y se ofrece un resultado en función de la denominada Clasificación Marsh. «Esta prueba es muy importante porque nos ayuda también a descartar la presencia de otras entidades» .
No debemos olvidar que hay otras patologías de intestino delgado que puede dar lugar a una atrofia vellositaria y a un aumento de linfocitos intraepiteliales como el esprúe colágeno, giardias, enteropatías autoinmunes, enfermedades de intestino delgado con afectación de Crohn, etc«.
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